
El equipo rectoral de la Universitat Politècnica de València (UPV), liderado por José Capilla, ha impulsado una revisión y actualización del reglamento general que rige el funcionamiento de las principales estructuras académicas y organizativas de la universidad: facultades, escuelas técnicas y politécnicas superiores, departamentos, institutos universitarios y las Estructuras Propias de Investigación (EPIs). Estas modificaciones han sido aprobadas en el Claustro Universitario celebrado hoy.
Esta revisión, que adapta la normativa al nuevo marco legal establecido por la LOSU y por los estatutos recientemente aprobados, responde a un objetivo claro del Rectorado: dotar a la universidad de una arquitectura normativa más moderna, coherente y funcional, que permita mejorar la gobernanza universitaria y afrontar con mayor solvencia los desafíos de la gestión pública en el ámbito académico.
El nuevo reglamento general establece un marco común para todas las estructuras, introduciendo mejoras significativas en su redacción, estructura y aplicabilidad. Se ha apostado por una simplificación de los procedimientos, evitando duplicidades con los estatutos, y se han introducido elementos de modernización como la regulación de las sesiones a distancia y mixtas, el uso de herramientas digitales como la aplicación para la Gestión de Órganos Colegiados (GOC) para centros y departamentos, y la posibilidad de declarar la confidencialidad de determinados puntos del orden del día cuando así se justifique.
Asimismo, el reglamento refuerza la transparencia institucional regulando la publicidad de las comisiones: aquellas que sean preceptivas deberán hacerse públicas a través del BOUPV, mientras que el resto podrán difundirse desde los canales propios de cada estructura. También se ha clarificado el uso de conceptos como “interrupción” y “suspensión” de funciones, y se establece una estructura mínima para las comisiones permanentes, garantizando su operatividad y agilidad.
Este esfuerzo normativo incluye, además, un procedimiento claro para la elaboración y aprobación de los reglamentos específicos de cada estructura, así como su posible modificación futura. Para facilitar la adaptación, se ha previsto un periodo transitorio de seis meses que comenzará cuando cada unidad inicie un proceso electoral para renovar su consejo.
La reforma del reglamento general forma parte del compromiso del actual equipo rectoral con una universidad más eficiente, participativa y transparente. Un modelo de gobernanza en el que las normas acompañan, pero no condicionan; y que busca fortalecer las capacidades institucionales al servicio del conocimiento y de la sociedad. También se han aprobado las convocatorias y calendarios de elecciones para la Mesa del Claustro y para la Sindicatura de Greugues.